Si todos empezamos mañana la misma rutina de ejercicios, algunos se pondrán mucho más en forma, otros se pondrán un poco más en forma, y unos pocos pueden llegar a perderla. Las respuestas individuales al ejercicio pueden variar de forma así de salvaje y, hasta ahora, imprevisible. Pero un nuevo y fascinante estudio de más de 650 hombres y mujeres sugiere que los niveles de ciertas proteínas en nuestro torrente sanguíneo podrían predecir si responderemos, y cómo, a diversos regímenes de ejercicio.
El estudio necesita ser replicado y ampliado, pero representa un comienzo significativo hacia un análisis de sangre que indique los mejores tipos de ejercicio para cada uno de nosotros, y si podemos esperar obtener más o menos beneficios del mismo entrenamiento que nuestro cónyuge, descendientes u otros compañeros de entrenamiento o rivales.
La respuesta al ejercicio es un tema que probablemente debería discutirse más a menudo y abiertamente de lo que se hace. Sabemos que el ejercicio es maravilloso para nuestra salud. Innumerables estudios demuestran que las personas que hacen ejercicio tienden a vivir más tiempo, con más felicidad y con menos riesgo de padecer muchas enfermedades que las personas sedentarias.