«Sonaba como algo salido de un episodio de ‘Expediente X’: hace unas semanas, en un vecindario a pocos kilómetros de un centro de investigación de la NASA en Ohio, los mandos de puertas de garaje y los llaveros de las llaves de los coches dejaron de funcionar misteriosamente».
Así arranca la crónica de un suceso recogido por The New York Times que ha durado varios días y en el que han participado desde radioaficionados hasta inspectores de la compañía eléctrica, que han tratado de averiguar qué tipo señal ha estado interfiriendo en los mandos de los coches y garajes.