«Señor:
Su noticia «Chernobyl: la pobreza y el estrés representan una ‘amenaza mayor’ que la radiación» sugiere que los efectos ambientales y de salud del accidente de Chernobyl no fueron tan grandes como se sugirió originalmente.
Escribiendo en nombre de un grupo internacional de investigadores en esta área, creemos que estas sugerencias, basadas en los informes del Foro de Chernobyl de la ONU, son engañosas».
Esta carta, publicada en 2005 en la revista ‘Nature’ por tres investigadores, ya deja entrever lo complicado que resulta obtener una cifra consensuada sobre las víctimas —directas o indirectas— del mayor desastre nuclear de la historia, del que hace pocos días se cumplieron 33 años y que hoy día es todo un fenómeno cultural gracias a la serie de HBO.