No solemos pensar en ello muy a menudo pero allá arriba, más lejos que las nubes pero más cerca que la Luna, hay casi 6.000 satélites artificiales dando vueltas a nuestro planeta.
Algunos son tan pequeños que los puedes sostener en la mano, otros tan grandes como una ballena y hasta una cancha de fútbol americano.
Y si al amanecer o al atardecer, cuando el cielo aún está oscuro pero los rayos del Sol ya alcanzan a iluminarlos, los buscas, quizás tengas la suerte de verlos por unos momentos.
Pero si no, durante ese día o esa noche que comienza te servirán, pues son una presencia invisible significativa en nuestra vida cotidiana.