María Eugenia Vidal se reunió este martes con su equipo. Definió los últimos detalles del viaje que este miércoles va a hacer a la provincia de Misiones, que esta semana elige gobernador. Al menos hasta que termine esa mini-gira no va a tomar una decisión sobre su precandidatura presidencial. Aunque el anuncio sería inminente: Vidal se va a bajar, dejando una puerta abierta a ser la candidata de unidad del PRO para la Ciudad de Buenos Aires.
Para eso se tienen que dar varias condiciones. De mínima que se bajen todos los otros precandidatos del PRO en la Ciudad; de máxima que sea la única en Juntos por el Cambio y que se baje también Martín Lousteau. El primer paso se dio en la tarde del martes cuando Soledad Acuña anunció que retiraba su postulación como Jefa de Gobierno de la Ciudad. Una muestra de buenas intenciones por parte de Horacio Rodríguez Larreta, después de casi un mes de tensiones con el ala dura del partido.
Ahora falta que se baje también Fernán Quirós. Eso no va a pasar hasta que Vidal no confirme si acepta o no el desafío; en ese caso, el ministro de Salud la va a acompañar en la fórmula.
