Los vencimientos de deuda del año próximo, y la necesidad de conseguir fondos para afrontarlos, es uno de los temas principales que tendrá que abordar el Gobierno que esté desde el 10 de diciembre en Casa Rosada, sea la fórmula que fuere.
En un contexto difícil para conseguir financiamiento en el mercado internacional, con el riesgo país, que si bien bajó un poco, aún está en niveles elevados, en torno a los 850 puntos básicos, cada uno de los dólares que faltan, cuentan.
Para 2020, la secretaría de Finanzas, a cargo de Santiago Bausilli, previó que necesitará u$s 16.000 millones, de los cuales una parte, estima, podrá renovar con el mercado. Así, la deuda nueva a emitir sería de u$s 5200 millones. Pero claro, este número encierra varios supuestos que deben cumplirse.
Por un lado, en la contabilización de los recursos, desde el Gobierno sumaron u$s 2000 millones de más en los desembolsos que se planea envíe el Fondo Monetario Internacional. Si bien son cuatro por menos de u$s 1000 millones cada uno a lo largo de 2020, que equivalen a u$s 3900 en total, en el programa financiero presentado a inversores se pusieron u$s 5900 millones.