El mercado cambiario sufrió una de las peores semanas desde que arrancó el año. Los rumores en torno a Sergio Massa, sumada a la fragilidad de la economía hicieron un combo explosivo para que los dólares paralelos dieran el salto que se esperaba tras el dato demoledor de inflación del mes de marzo.
En este contexto, los tipos de cambio alternativos marcaron subas de entre el 10% y el 12% en la semana con un Gobierno que utilizó el recurso de agresivas intervenciones en el mercado de bonos en varias ocasiones para morigerar las alzas. Sin embargo, poco parece haber ayudado más que para tratar de que los picos diarios no sean tan elevados.
Hasta el momento, Economía está utilizando los siguientes instrumentos para «atajar» los embates: dólar agro para incrementar reservas (aunque viene demorado y con escasa efectividad ante el salto del dólar), swaps, recalibración de metas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), política de tasas, aceleración del crawling peg y la intervención en el mercado tras el visto bueno de la Universidad de Buenos Aires.