¿Qué nos dice el 24 de marzo en el 2023? ¿Tiene algo para decirnos? Ya pasaron 47 años de la jornada trágica en la que las fuerzas armadas decidieron interrumpir el orden constitucional para inaugurar siete años de un régimen de terror estatal de inédita maldad, incluso para un país y una región que durante el siglo veinte se habían acostumbrado a la violencia política. Los que eran adultos cuando se produjo el golpe hoy son ancianos o jubilados. Los que éramos niños cuando se produjo la transición a la democracia hoy estamos en lo que se suele llamar bondadosamente “mediana edad”, aunque, para ser sinceros, desde un criterio estadístico sería más correcto llamarlo “dos tercios de edad”. La generación nacida en los primeros años democracia ya tiene hijos e hijas que sólo conocen una Argentina regida por el autogobierno.
Un 24 de marzo que queda cada vez más lejano en el tiempo, ¿nos sigue hablando? Si es así, ¿qué nos dice? Ninguno de nosotros cree seriamente que sea posible un nuevo golpe de Estado o una interrupción del orden constitucional. ¿Eso significa que ya el 24 de marzo no tiene nada para decir?