El cuerpo del cacique Emyra, de la tribu Wajapi fue hallado flotando en el río hace una semana. Integrantes de la tribu venían denunciando que mineros ilegales habían intentado invadir su territorio, en el estado de Amapá durante los últimas días, y aseguran que el cacique fue apuñalado por los invasores. Desde la fiscalía señalaron que no había indicios de asesinato o invasión, pero que todas las hipótesis estaban siendo investigadas. El presidente Jair Bolsonaro se apuró a destacar esos resultados preliminares y echar sombras sobre las denuncias indígenas, con el objeto de legitimar su propia política hacia las regiones consideradas como reservas, amenazadas de forma constante desde que alcanzó la presidencia. Es el caso de la región de los Wajapi, rica en oro, pero también el del Amazonas, amenazado por la constante expansión del agronegocio.