Las herramientas que utilizan inteligencia artificial (IA) para generar contenido han sufrido una especie de boom en 2022. El uso de IA parecía estar relegado a cuestiones mucho más relacionadas con la tecnología, pero distintas organizaciones han demostrado este año que su objetivo también pasa por asaltar el campo de la creatividad.
Se ha podido ver en sectores como el dibujo o el arte visual, con herramientas como DALL-E, MidJourney o Stable Diffusion; la edición de vídeo, con propuestas como Make-A-Video; la redacción de textos, con ChatGPT; la edición fotográfica, con Lensa; e, incluso, la locución de voces «humanas», con iniciativas como Play.ht o VocaliD.