Es muy probable que Andy Warhol nunca haya dicho aquello de que todos en el futuro tendríamos nuestros 15 minutos de fama. Puede haber sido el coleccionista de arte sueco Pontus Hultén, el pintor Larry Rivers, o el fotógrafo Nat Finkelstein. Pero Warhol es el más conocido, así que él se lleva el mérito. Pero sí expresó lo siguiente: “ser bueno en los negocios es la clase de arte más fascinante.”
Warhol ganó su primer premio de publicidad en 1952. Entre sus clientes figuraban Tiffany & Co., Columbia Records y Vogue. Conocía el valor de las licencias comerciales. También era un ávido admirador de las nuevas tecnologías. Polaroid mantuvo su modelo SX-70 en producción específicamente para él; en 1985, pintó a Debbie Harry con una computadora Commodore Amiga cuando el arte digital era algo inaudito. Si Warhol viviera hoy, probablemente estaría jugando con la inteligencia artificial generativa, si pudiera conservar los derechos de lo que produjera, claro está.