El lunes, en las oficinas que ocupa en avenida del Libertador, el búnker donde -y desde el que- operó la última semana, Sergio Massa se reunió, largo y en secreto, con Axel Kicillof. No fue el único encuentro pero fue emblemático por algo: Massa recibió al gobernador, que fue acompañado por Augusto Costa, escoltado por cuatro dirigentes, el Club de los cuatro, que fueron figuras clave en el diseño del plan anti crisis del superministro de Economía.
Así como Massa tiene un equipo político, que opera con sigilo, en la previa de su llegada al gobierno se rodeó por varios colaboradores pero de esos hubo cuatro que fueron esenciales en el proceso. Uno, que hace años se mueve cerca de Massa, es Guillermo Michel, actual titular de la Aduana, y una figura con múltiples relaciones en el mundo político, económico y judicial. Michel seguirá, hasta donde se sabe, en su lugar pero sus oficios excederán, por mucho, la tarea que indica su cargo.