miércoles 22 de marzo de 2023
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El desencanto de Cristina ya no es solo con Alberto

La rebelión quedó a medias. Cristina Kirchner siguió con fastidio el devenir del conflicto institucional que desató el Gobierno cuando anunció que incumpliría el fallo de la Corte que le ordenó aumentar la cuota de coparticipación a la ciudad de Buenos Aires. Vio una claudicación en el giro de Alberto Fernández, que finalmente decidió hacer un pago en bonos y combatir dentro del expediente.

Pero el desencanto no es solo con el Presidente. Cuando el martes calificó al gobierno que ella fundó como la “agrupación amague y recule” estaba recriminando también a muchos sus fieles, incluso a los que tenía sentados enfrente. Desde que la condenaron por corrupción en el caso Vialidad mastica su desazón por la tibia reacción de sus militantes, que la veneran de palabra, pero, a su juicio, no la defienden con acción política concreta.

En una de sus últimas reuniones cerradas con dirigentes pidió “salir de la comodidad de los despachos”. Les habló también de sacar el “bastón de mariscal”, una expresión que soltó en público esta semana. Reclama un “coraje” que no distingue en esta etapa de dificultades. El anuncio de que no sería candidata en 2023 fue un despertador para los propios. “Les quiso decir: ‘Háganse cargo’. Yo no puedo con todo”, traduce un intendente del conurbano que la trata con habitualidad.

lanacion.com.ar  (www.lanacion.com.ar)