Resignado a no poder anticipar buenas noticias económicas, el Gobierno reflexiona y arma con sigilo los próximos pasos de la novela política que prepara para la segunda quincena de enero, cuando Alberto Fernández tiene previsto convocar a sesiones extraordinarias del Congreso con el objetivo de iniciar la batalla frente a la Corte Suprema de Justicia y a la oposición de Juntos por el Cambio.
Mientras evita hablar de la otra crisis -la económica y social que sigue sin poder contener- el presidente apela a conseguir apoyos políticos de líderes de la región, ante la crisis de vacío de poder, como admiten algunos dirigentes que en algún momento fueron muy cercanos a Alberto Fernández, pero que hoy lo ven desde afuera de la Casa Rosada. Lo hará en la próxima reunión de la Celac, con sede en Buenos Aires.
Algunos dirigentes del albertismo crítico ponen como ejemplo de ese caos en la gestión la fallida convocatoria a gobernadores del PJ e intendentes.