El Gobierno ha logrado un paso muy importante en materia económica: alejar las expectativas de devaluación y contar con mayores chances de terminar su mandato con esa paz cambiaria por la que viene peleando.
El hecho de contar con un dólar blue quieto, una menor brecha cambiaria y reservas bajo control adquiere otra dimensión en un año electoral.
Para el ala dura del kirchnerismo, esto representa un doble mérito, si se tiene presente que ha logrado estabilidad financiera aún con crédito externo limitado y esquivo ante la falta de acuerdo con los «buitres».
La mejora en el nivel de reservas fue un factor clave para mejorar el humor de los inversores y calmar las tensiones en el mercado.