La inteligencia artificial (AI) se ha ido abriendo paso de forma paulatina dentro de las redacciones periodísticas en estos últimos años. Y quizá hasta la fecha la principal aplicación de esta tecnología en la producción periodística es el uso de bots y algoritmos para la escritura automática de textos informativos. Hablamos de lo que se conoce como “generación de lenguaje natural” (NLG), esto es, la programación para producir una determinada narrativa periodística a partir de un conjunto de datos.
Sean a través de alianzas con empresas tecnológicas especializadas o bien mediante inversiones para fabricar un software propio, los medios de comunicación han encontrado en los robots una manera de agilizar y expandir sus coberturas multiplicando la producción de piezas o llegando a nuevas temáticas que antes no se trataban, entre otras razones, por falta de efectivos para ello.
Y, por áreas, es en las coberturas deportivas, aparte de las finanzas, donde el denominado “periodismo robot” o “periodismo automatizado” ha encontrado el terreno más abonado para su desarrollo. De hecho, fue en Deportes donde empezaron a generarse historias de manera automática como una experiencia piloto que luego habría de trasladarse a otras áreas informativas.