El 14 de abril, Eva Vlaardingerbroek, comentarista política de 26 años proveniente de Ámsterdam (Países Bajos), declaró en el programa de máxima audiencia del presentador y comentarista, Tucker Carlson, que el gobierno holandés abría «fábricas de insectos» para obligar a la gente a comer bichos como «prueba de conformidad», para verificar hasta qué punto se someterían al control del gobierno. «Nuestros políticos saben que cuando controlan la comida, controlan a la gente», afirmó. Vlaardingerbroek, quien fue una invitada ocasional en el programa Tucker Carlson Tonight de la cadena televisiva Fox, despotricó contra el ‘globalismo’ y las ‘élites’, alegando que los gobiernos europeos utilizan la amenaza del cambio climático, que ella califica de «supuesta» crisis, para “gobernar mediante el miedo”.
Vlaardingerbroek no es para nada una figura dominante en los Países Bajos, pero la versión ficticia que ella traza de su país le sirvió bien a Carlson. Sus Países Bajos, «el país piloto para una organización como el Foro Económico Mundial» y “el probador de la Agenda 2030”, apoyan su narrativa de que una toma de poder liberal en Estados Unidos llevaría a cierres por motivos climáticos y a comer insectos por obligación. Pero al elevar a personajes radicales y animarles a repetir o hacer referencia a teorías conspirativas infundadas, Carlson, quien acaba de ser repentinamente despedido de Fox News, contribuye a que la desinformación, a menudo peligrosa, se generalice en todo el mundo.