domingo 26 de marzo de 2023
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El museo al que van a parar los restos de las relaciones malogradas

Cuando su relación terminó hace más de 20 años, llegó el momento de que Olinka Vistica y Drazen Grubisic dividieran sus cosas, incluyendo una televisión, una computadora y muchos recuerdos comprados en viajes. Luego, tocó el turno de un conejo de juguete.

En su época de amantes, los dos croatas tenían un ritual tierno: cuando uno de los dos llegaba a casa, el otro le daba cuerda al conejo esponjoso para que corriera por toda la casa a recibirlo. Y cuando uno de los dos hacía un viaje de negocios, se llevaba el conejito blanco y le tomaba fotos en destinos turísticos. Era un símbolo tan grande de su tiempo juntos, contó Vistica, que no pensaba que ninguno de los dos debería quedarse con él.

En ese momento, la pareja habría podido empezar a pelear, pero en lugar de eso se les ocurrió algo: “¿No sería maravilloso que hubiera un lugar al que toda la gente en el planeta pudiera enviar objetos después de un rompimiento?”, recordó Vistica que pensó. Un archivo global de romances malogrados quizá ayudaría a que las parejas superaran el dolor, explicó Vistica; también permitiría decirle al mundo: “Este amor existió”.

nytimes.com  (www.nytimes.com)