domingo 26 de marzo de 2023
Cursos de periodismo

El «oído de época» o cómo la tecnología cambia rituales y sonidos

Cuenta Paul McCartney que se le ocurrió la letra de All my loving en una gira a principios de los 60. En esas largas horas de viaje “nothing happened”, le dice a Rick Rubin en la serie McCartney 3, 2, 1 (Star+). Había que llenar con canciones, aunque fueran imaginarias, ese silencio, el tiempo suspendido, la monotonía de la ruta. Fue la primera vez que inventó una letra antes de componer la melodía. Y, como siempre, tenía que hacer lo imposible para no olvidarla. Sin grabadores (por la época) ni anotadores (porque no sabían escribir partituras), el único recurso era la cabeza.

Entonces, para llegar a destino las canciones tenían que atrapar. “Nos dimos cuenta de que estábamos haciendo canciones memorables, no porque quisiéramos que fueran memorables, sino porque teníamos que recordarlas nosotros mismos”. ¿Qué hubiera sido de los Beatles con una grabadora? Tal vez sea mejor no saberlo. Para cada época, una música y para cada música unos medios para componerla.

tiempoar.com.ar  (www.tiempoar.com.ar)