La crisis económica y el desorden político del Frente de Todos devora candidatos presidenciales. Caído Alberto Fernández, ratificado el paso al costado de Cristina Kirchner, ahora zozobra el proyecto de Sergio Massa y la ruleta del poder gira sin suerte en busca del postulante que mejor pueda defender al oficialismo en la disputa electoral que arranca con las primarias del 13 de agosto.
La vicepresidenta pugna por ser la gran electora, mientras Fernández se aferra a la porción de poder institucional que le queda para inclinar la balanza hacia una competencia de varios candidatos en las PASO. El debate acuerdo (una forma de disimular el “dedazo” de la jefa) vs. internas es solo una parte del problema que afecta al peronismo. El drama mayor es que ninguno de los hasta ahora seis nombres que podrían quedarse con el lugar principal de la boleta ofrece soluciones completas para disputar el poder con posibilidades de éxito.
¿Qué ofrece cada uno? ¿Cuál es su debilidad? ¿Quién podría encajar en las referencias que dio Cristina sobre lo que debería tener el representante del kirchnerismo? ¿Quiénes se mantienen en el juego a la espera de que se imponga el escenario de que sean los votantes del oficialismo, en unas PASO, quienes ordenen? Lo que sigue es un resumen de los pro y los contra de cada uno de los que están en la carrera más trabajosa del Frente de Todos.