El experimento funciona. Al menos en Islandia.
Las pruebas con la semana laboral de cuatro días en el pequeño país europeo fueron «un rotundo éxito», según afirmaron investigadores este lunes, y ya está produciendo un cambio en los patrones de trabajo.
En el experimento, realizado de 2015 a 2019, a los trabajadores se les pagó lo mismo por trabajar menos horas. Y la productividad se mantuvo o mejoró en la mayor parte de los lugares de trabajo, indicaron los investigadores.
Otros experimentos similares se están haciendo en otras partes del mundo, como España y Nueva Zelanda.
En Islandia el piloto se realizó en el Ayuntamiento de la capital, Reykjavik, y en puestos del gobierno nacional, y contó con la participación de unos 2.500 trabajadores, cerca del 1% de la población activa del país.