En los últimos años, el fenómeno ultraliberal (o «libertario») cobró popularidad en redes sociales. De la mano de referentes como José Luis Espert o Javier Milei, entre otros, el discurso ha venido ganando adeptos, particularmente en jóvenes varones sub30. Uno de los leitmotivs de estas personas es que Argentina llegó a ser «el país más rico del mundo» en 1895 y que luego más o menos se mantuvo en la elite mundial hasta 1945, cuando empezó la «decadencia». Buena parte del discurso macrista ha suscripto -con algunos matices- a esta idea, cuando se habla de los «70 años de peronismo» como el origen del atraso relativo de Argentina. Pero, ¿qué hay de cierto en esto? A lo largo de este artículo vamos a argumentar que: a) el atraso relativo de Argentina no se produjo en las décadas posteriores a 1945; b) que el gran quiebre se produjo a mediados de los ’70, y c) que Argentina no era el país más desarrollado del mundo a fines del siglo XIX.