En tiempos de escasez, el salvataje que Luis Inácio “Lula” Da Silva decidió darle al Frente de Todos (FdT) le devolvió centralidad política a Alberto Fernández, que viajó este martes a Brasil junto Sergio Massa y Daniel Scioli, los presidenciables del oficialismo que trabajaron en los acuerdos que pondrán en marcha los dos gobiernos, y sumó a la comitiva al jefe de Gabinete, Agustín Rossi, a quien el Presidente impulsa como candidato.
Fernández y Lula cerraron la visita a Brasilia el jueves al mediodía, en una conversación telefónica que se extendió durante 45 minutos, en la abordaron cuestiones relacionadas con el comercio bilateral y los avances en la implementación de los acuerdos de cooperación firmados en enero, durante la visita del brasileño a Buenos Aires.
Al día siguiente, la Casa Rosada anunció que Fernández viajaría al país vecino para reunirse con Lula. La urgencia en el viaje la determinó la desesperante escasez de divisas en Argentina. Los dos principales focos de la visita son la activación del acuerdo para que Brasil financie las importaciones argentinas – y eso evite la salida de dólares- y el avance en la segunda etapa del gasoducto Néstor Kirchner, con inversión del banco de Desarrollo de Brasil (BNDES). Lula y Fernández conversaron nuevamente por teléfono el sábado durante un largo rato.