Los chats filtrados por el hackeo del teléfono del ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D´Alessandro, con textos y audios sostenidos en un grupo de Telegram apodado “Operación Página|12” que D´Alessandro integraba con figuras gerenciales del Grupo Clarín como Jorge Rendo y Pablo Casey, jueces federales como Julián Ercolini, Pablo Yadarola, Pablo Cayssials y Carlos Mahiques, el jefe de los fiscales porteños, Juan Mahiques y dos ex servicios de inteligencia del Estado, habilitan múltiples lecturas. El mayor grupo de medios y telecomunicaciones coludido con representantes de una de las principales fuerzas políticas y jueces federales exhibe los vínculos íntimos entre la excesiva concentración de la propiedad de los medios de comunicación y la alta política.
Como dice Maxwell McCombs, fundador de la teoría de la “Agenda Setting” (establecimiento de agenda), “la capacidad para influir en la relevancia de las cuestiones del repertorio público se ha dado en llamar la fijación de agenda por parte de los medios informativos”. La influencia es mayor en la medida en que la unificación de criterios para asignar o restar relevancia a un tema sea eficaz –lo que requiere coordinación- y que haya más recursos desplegados en esa operación –lo que requiere poder-.
El estatus de los protagonistas del grupo de chat es, en tal sentido, una garantía. Rendo y Casey, que habrían operado como anfitriones de un viaje al Lago Escondido de esos altos funcionarios judiciales y políticos, son dos de los generales de la fuerza comandada por Héctor Magnetto, cuya descripción hemos realizado en una investigación coordinada por Tiempo Argentino y Reporteros Sin Fronteras sobre la estructura del sistema de medios del país, llamada “Monitoreo de la Propiedad de Medios”. Los demás integrantes desempeñan cargos relevantes como servidores públicos.