Después de varios años sin protestas masivas, miles de trabajadores del sector público han vuelto a tomar las calles de Venezuela para exigir mejores salarios y pensiones.
Maestros, enfermeras, policías, entre otros trabajadores vinculados a la administración pública -muchos de ellos retirados-, se manifiestan desde hace varias semanas en las principales ciudades del país con pancartas en las que se lee «No más salarios de hambre» y «No a pensiones de muerte».
El salario mínimo en el sector público de Venezuela, el mayor empleador del país, está fijado desde marzo de 2022 en 130 bolívares mensuales (unos US$6), un monto que se ha depreciado rápidamente debido a la galopante inflación que, según el Observatorio Venezolano de Finanzas, fue de 305,7%. el año pasado.
Asimismo, el monto de la pensión estatal también equivale al salario mínimo.