Sergio Massa no tiene paz. Mientras intenta sortear los sabotajes internos del albertismo que con paladar suicida agitó versiones de devaluación, se choca con el campo que se trancó y no liquida. No hay dólares. Ese es el problema. En el mercado estiman que al ritmo actual, el Palacio de Hacienda tiene nafta para dos, tres semanas máximo.
«La sequía nos dejó sin los dólares que teníamos previstos para llegar a la elección, hoy la economía está sin ancla», resumió Massa ante Wendy Sherman, en la cumbre que mantuvieron en República Dominicana. La número dos del Departamento de Estado se tomó un avión para hablar con el ministro, que iba para Washington, antes de venir al país. La funcionaria le preguntó porqué había asumido el ministerio, con esa facilidad que tienen los norteamericanos para ir a lo esencial.
Luego que Massa le explicara que el Gobierno en ese momento estaba en una situación muy delicada y consideró necesario asumir el cargo, la funcionaria quiso saber si mantenía su intención de ser candidato. LPO ya reveló que la administración de Biden considera al ministro de Economía como un aliado muy confiable.