Tras casi un año de guerra comercial entre Estados Unidos y China, el conflicto parecía estar llegando a su fin… pero solo empeoró.
Tarde en la noche del jueves, el gobierno de Donald Trump aumentó a más del doble los aranceles por un valor de US$200.000 millones, en una aguda escalada de las hostilidades.
Los aranceles impuestos a los productos chinos subieron de 10% a 25% y Pekín prometió tomar represalias.
La medida sucedió al tiempo que altos representantes de ambos países intentaban rescatar un acuerdo en Washington.