Existen pocas rivalidades como la que enfrenta a Marvel y DC desde hace casi 90 años. Primero en el mundo del cómic, y décadas más tarde en cine y televisión. Como si fueran las Pepsi y Coca-Cola de los superhéroes, el que primero parpadeaba, perdía. Y mientras que Marvel Studios avanza desde hace años con un plan claro de lanzamientos en cine y series en streaming bajo el paraguas protector de su casa madre, Disney, en DC Studios no existe una hoja de ruta por culpa de los cambios de accionariado de Warner, su empresa propietaria, y su propia indefinición entre entradas y salidas de directores, enfrentamientos entre realizadores, estrenos online adelantados o retrasados sin criterio y numerosos actores queriendo (o no) ser Batman y Superman.
En Marvel también hay despidos, pero en DC cada película supone una gresca. Uno tras otro, los distintos directivos de esta productora se han ido estrellando en sus planes de reconducir la nave, hasta que el pasado 22 de noviembre Warner anunció que James Gunn, director con visión que ha trabajado en las dos empresas rivales, lideraría el timón creativo de DC. Ahora bien, Gunn, que ha confirmado tener un esquema para los próximos 8-10 años, ni ha empezado con buen pie ni va a disfrutar de una singladura sencilla. “Sabemos que no vamos a hacer feliz a todo el mundo a lo largo del camino”, decía profético, a inicios de diciembre en Twitter.
DC arrancó sus publicaciones en 1934, como National Allied Publications, y tres años más tarde se refundó como DC (siglas de Detective Comics), mientras que su rival, con el nombre de Timely Publications, nació en enero de 1939: no fue Marvel hasta 1961. Su estudio de cine llegó en 1993 y en 2009 Disney la compró por unos 4.000 millones de dólares. Pecata minuta, viendo el rendimiento económico de un año como 2022, de poco éxito y riesgo con tres estrenos como Black Panther: Wakanda Forever, Doctor Strange en el multiverso de la locura y Thor: Love and Thunder, que con todo, han superado los 2.500 millones de dólares en la taquilla mundial. ¿Y DC Studios? Casi 1.700 millones, y eso que apostaron fuerte con The Batman, que ahora protagoniza Robert Pattinson, y Black Adam, con Dwayne Johnson, a la que sumaron el filme infantil de animación DC Liga de supermascotas. En DC Studios echaban de menos una visión como la que defienden en el otro lado Kevin Feige y sus dos manos derechas, Victoria Alonso y Louis D’Esposito. Desde 2008 Marvel Studios ha lanzado una treintena de películas, que se pueden ver de manera independiente o interrelacionadas, fidelizando así a su público.