La felicidad se ha vuelto «egoísta», se ha convertido en un «negocio», en «un producto de consumo».
Así lo cree el psicólogo Edgar Cabanas, quien también cuestiona «la aparente legitimidad científica de la psicología positiva».
Por eso, le dice a BBC Mundo, al aproximarse a investigaciones y literatura sobre la felicidad, hay que hacerlo con «cierto escepticismo y mirada crítica».
Junto a la socióloga Eva Illouz escribió el libro «Happycracia: cómo la ciencia y la industria de la felicidad controlan nuestras vidas».
Con este término, buscan analizar el impacto del «discurso de la felicidad» en la sociedad.