Netflix ha convertido la experiencia de usuario en uno de los principales activos de su plataforma. La manera en la que muestra el contenido dentro de la aplicación, la navegación, las selecciones de títulos que recomienda o las reproducciones automáticas son estrategias que tratan de reducir su abundante oferta a una selección más abarcable que permita tomar una decisión de visionado satisfactoria.
La imagen que se muestra para presentar el producto se ha convertido en uno de sus reclamos más eficaces. Se trata del resultado de un proceso, en parte humano y en parte fruto de procesos basados en visión computerizada, inteligencia artificial y machine learning, con el que intenta presentar las cosas de la forma más atractiva posible para que elegir que ver sea más sencillo… y también para convencer a los indecisos.