Si la victoria del Frente de Todos colocó a Alberto Fernández a un paso de la presidencia, el triunfo de Axel Kicillof en la provincia lo dejó con un pie y medio en la gobernación bonaerense, evaluaban esta madrugada en el búnker del barrio de Chacarita. «Tenemos que seguir como hasta ahora, sin caer en la soberbia y mostrándonos más autocríticos que nunca», dijeron, a modo de receta, en el entorno del candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires.
El mensaje que el propio Kicillof se encargó de enviar a su equipo en la intimidad se repitió también en el escenario. «Cuando decimos que aprendimos es porque escuchamos a todos. Queremos representar a todos, no tengan ninguna duda», dijo el candidato, en un concepto que reiteró varias veces en su discurso.
«Tenemos que gobernar la provincia con los que nos votaron y con los que no nos votaron. Eso es lo que hemos aprendido. Necesitamos a todos», sostuvo Kicillof, marcando cuál será el tono de su campaña hasta las elecciones de octubre, mientras que a su lado remarcaron que sacó buenos resultados en el interior, territorio del predominio del oficialismo.