Beber café antes de irse a dormir o de echarse una siesta puede parecer contradictorio. La sabiduría convencional dicta que la cafeína interfiere con el sueño. Y la creencia de que tomar café o té antes de dormir afecta al sueño está tan extendida que cientos de científicos se han lanzado a la misión de averiguar si realmente esto es así. Sorprendentemente, muchos estudios han acabado indicando justo lo contrario: que tomar una taza de café justo antes de dormir no afecta al sueño y, en cambio, aumenta tu nivel de energía al despertarte.
Esta práctica se ha acabado denominando en el mundo anglosajón como coffee nap, o siesta del café. Y hay toda una ciencia detrás de sus beneficios y funcionamiento.