Filip Kuznetsov pasó una noche entera apretujado en una camioneta de la policía junto a otros 17 manifestantes porque todos los centros de detención de Moscú estaban llenos.
Kuznetsov era parte de las 4.002 personas arrestadas en Rusia la semana pasada -todo un récord-, luego de que grandes multitudes salieron a las calles para exigir la liberación del político opositor Alexei Navalny.
Navalny, un activista anticorrupción que es un feroz crítico del Kremlin, fue encarcelado en su reciente regreso a Rusia después de recuperarse de un intento de asesinato con un agente nervioso.
Y para este domingo se han convocado más protestas, las que amenazan con tensar aún más el sistema.