A menos de una semana de instalados en el gobierno, los actos “terroristas, vandálicos, criminales y golpistas” del segundo domingo de enero fueron la ocasión que abrió un primer conflicto en la relación entre el Partido de los Trabajadores (PT) y el Presidente petista que había asumido en Brasilia el primer domingo del mes y primer día del año 2023. Al menos, el primer diferendo público. El sector del PT nucleado en los diputados y diputadas que ganaron sus bancas en las elecciones generales del 2 de octubre fue el más vocálico en reclamar al Presidente petista la cabeza del ministro de Defensa. Piden su reemplazo por una figura más dura con las FFAA que su actual titular
El reclamo del PT que pide un Ministerio de Defensa más firme con las FFAA que el actual ministro José Mucio pone de manifiesto, más de lo que propiamente abre, un conflicto que ni es inesperado ni es de momento amenazador. Fue muchas veces anticipado, y en los últimos meses se fueron precisando cuáles serían sus contornos futuros. Corresponde a la lógica política conocida. Tuvo un envión el 2 de octubre. Cuando el candidato petista Lula, triunfante en la primera vuelta como candidato del PT, dejó de serlo para convertirse en el líder político de una coalición electoral que le permitiera ahora ser presidente si conseguía los votos que necesitaba para ganar la segunda vuelta..