A pesar de que la ONU continúa sin reconocer oficialmente la figura del refugiado climático, el número de personas que cada año abandona su lugar de origen crece al mismo ritmo que lo hace la temperatura global del planeta. El calentamiento global es un hecho, pero sus consecuencias no afectan igual a todos los habitantes del planeta. Dependiendo de la zona geográfica y la situación económica de cada país el problema se evade o se aborda.