Ya no se discute si la economía argentina se está enfriando: los indicadores demuestran que es así, como se terminó de confirmar con el último dato del EMAE. Más bien, lo que ahora se discute es si el actual freno en la producción corre riesgo de convertirse en un «frenazo», y son muchos los economistas y empresarios que temen el peor de los escenarios.
Lo más llamativo de la situación es que, si bien hay factores externos que complican -como una economía global más fría o los problemas climáticos en el campo-, el motivo principal que lleva al temor de una recesión es el propio plan económico del ministro Sergio Massa.
De hecho, lo que están percibiendo los analistas es que el freno a la actividad no es más que un efecto colateral del plan de estabilización que impuso el ministro. Y señalan que todos los datos que a primera vista son positivos tienen un costo oculto: