Por su creatividad, se convirtió en un hito de la lucha global por la igualdad de género. El 24 de octubre de 2016, las mujeres de Islandia dejaron sus oficinas a las 14.38. ¿El objetivo? Mostrar lo que pasaría si trabajaran un 14% menos de tiempo, es decir, restaron de su horario el porcentaje exacto de la brecha salarial respecto de los hombres.
En noviembre de ese año, las francesas siguieron sus pasos: dejaron sus puestos de trabajo a las 16.34, para marcar una brecha del 15,1 por ciento.
Con esta misma lógica, en la Argentina, donde la diferencia es del 23,5%, las mujeres que trabajan de 10 a 18 deberían irse a sus casas puntualmente a las 16.07.
Al paso actual, la brecha salarial entre los sexos se cerrará solo en 100 años, según el Foro Económico Mundial (WEF). Pero de Islandia a Noruega y de Francia a Italia, muchos países han logrado significativos avances.