La altura de las personas no está determinada solo por su genética. Un nuevo estudio global, dirigido por el Imperial College de Londres y publicado recientemente en la revista The Lancet, revela que la mala alimentación en los niños y jóvenes de edad escolar puede haber generado una diferencia promedio de 20 centímetros de altura entre los países con la población más alta y más baja.
Esta diferencia representa en promedio una brecha de crecimiento de ocho años para las niñas y de seis años para los niños. Los hallazgos del estudio concluyen, por ejemplo, que una joven promedio de 19 años en Bangladés o Guatemala, las naciones con las mujeres más bajas del mundo, tiene la misma altura que una niña de 11 años en los Países Bajos, el país con las jóvenes más altas.