Alberto Fernández sigue encerrado en su albertismo puro. La crisis desatada con la salida de Martín Guzmán, el recambio por Silvina Batakis y la intensa charla con Cristina Kirchner no alejaron al Presidente de su esquema de poder encerrado en su círculo íntimo para dar con una receta inevitable: mantener el plan económico que no está dispuesto a modificar por el momento.
En su larga charla en la residencia de Olivos con la flamante ministra de Economía el Presidente exigió a Batakis la necesidad de sustentar la segmentación de tarifas, controlar el déficit fiscal, analizar aumentos salariales por decreto, atender las negociaciones con el FMI y el Club de París. En definitiva: respetar el plan económico en su plenitud.
Todo esto lo ratificó la propia Batakis tras asumir en la Casa Rosada: «Creo en el equilibrio fiscal, vamos a seguir con el programa económico que el Presidente viene marcando», dijo la flamante ministra.