Los beneficios de la dieta mediterránea son contagiosos. Si una persona se somete a un programa intensivo para perder peso basado en comer frutas y verduras a diario, aumentar el consumo de legumbres y de aceite de oliva, disminuir el consumo de proteína animal, de refrescos y de lácteos enteros… también adelgazan y mejoran su alimentación quienes conviven con ella.
Así se desprende de un estudio liderado por un equipo de médicos e investigadores del Hospital del Mar y del Ciber de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERObn) que muestra que los familiares de los pacientes incluidos en el programa de pérdida de peso y de mejora de hábitos de vida Predimed-Plus (Prevencióndieta meditarránea Plus) también consiguen perder peso, mejoran su adherencia a la dieta mediterránea y, por tanto, a unos hábitos de alimentación más saludables.