En un contexto de fragilidad económica, la política argentina entró desde hoy en cuenta regresiva. A dos meses exactos del cierre de listas, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio empezaron a acelerar los pasos para definir candidatos y ordenar una oferta electoral que enfrenta un desafío inédito: la irrupción de una tercera opción competitiva, los libertarios de Javier Milei.
Se trata de un cambio de ritmo, una urgencia, que la impone el cronograma oficial que difundió el año pasado la Cámara Nacional Electoral. Allí figura, entre más de tres docenas de fechas, el 24 de junio como “Inicio de la campaña electoral para las PASO” y “fin del plazo para la presentación de listas de precandidatos ante las Juntas Electorales Partidarias”.
Es un mojón crucial, porque definirá quiénes competirán en las primarias convocadas para el 13 de agosto, las generales del 22 de octubre y el inevitable balotaje del 19 de noviembre.