La fuerte agresión de Rusia sobre Ucrania ha tenido profundas e irreversibles consecuencias políticas, económicas y sociales en el país liderado por Volodymyr Zelensky.
Pero mientras las tropas combaten en suelo ucraniano, un conflicto subterráneo y menos visible también se está gestando en el país.
Se trata de una rebelión religiosa que, según expertos, no tiene precedentes y que afecta directamente a la tan popular Iglesia ortodoxa rusa, altamente influyente en Kiev.
Desde que comenzó la invasión, diversos obispos y sacerdotes fieles a dicha Iglesia han manifestado su rechazo hacia Kirill, el patriarca de Moscú y máximo representante de esa institución religiosa.