«Es orgásmico. Es una locura. Tengo ganas de llorar». La expresiva frase de un camionero al transitar por primera vez en la flamante autopista del Bajo, viralizada en las redes sociales junto con al hashtag #GanaMacri, marca el tono de lo que será la campaña electoral del macrismo.
Y marca, además, un punto de inflexión. Porque si algo se le reprochaba al Gobierno desde sus propias filas era el escaso aprovechamiento mediático de obras públicas o de los avances en los pocos sectores donde se produjo una inversión privada importante, como el campo y la energía. Era común ver en las redes comentarios de militantes macristas que contrastaban la vocación kirchnerista por mostrar cada corte de cinta en cadena nacional, con la actitud de «bajo perfil» que mostraban los funcionarios de Cambiemos.
Pero también eso, para parafrasear a la nueva publicidad oficial, «es parte del cambio». La andanada de inauguraciones de obras se nota con una fuerza inusitada en los medios de comunicación.