Los mitos sobre sexo parecen no tener fin. Cuando ya se ha superado aquello de que si uno se masturba le salen granos o que no se puede tener relaciones sexuales durante la menstruación, aparecen otros que, por ejemplo, vinculan el deseo sexual al signo del zodíaco o el masturbarse ―sí, el onanismo sigue en el punto de mira― con un menor rendimiento en el gimnasio. Hay varios motivos por los que la cultura popular mantiene estas ideas, a pesar de ser desmentidas por los estudios y la experiencia en consulta sexológica. Para empezar, y como sucede con todos los bulos, porque cuadran con la idea previa que se tiene sobre el sexo y tendemos a validar todo aquello que coincide con nuestras opiniones, gustos o creencias. Por otro lado, porque sigue habiendo ciertos prejuicios alrededor de este tema y se sigue hablando poco de forma productiva ―contar batallitas no estaría dentro de las conversaciones productivas―.
La información, las ganas de querer aprender sobre un tema y el espíritu crítico para dudar de lo que leemos son los antídotos contra los mitos. Y aquí queremos contrarrestar algunas de estas falsas ideas que circulan sobre el sexo.