Juntos por el Cambio se debate en una curiosa situación. Tiene casi asegurada la victoria en la elección del 2023, donde el peronismo nunca ganó una elección ejecutiva. También cuenta con un alto respaldo de la gestión por parte de la población (ronda el 60%), un manejo equilibrado del envidiable presupuesto porteño, buenos índices nacionales en seguridad, educación y salud.
Sin embargo, Horacio Rodríguez Larreta -que después de dos mandatos no puede ser reelegido- no tiene un heredero dentro de su propio partido. Más bien lo contrario. En el mundo político porteño están convencidos de que su preferencia está -o estuvo- enfocada hacia la candidatura del senador radical Martín Lousteau, lo que es considerado poco menos que una herejía dentro del PRO, sobre todo en su fundador, Mauricio Macri.