El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el ex presidente de la Nación, Mauricio Macri, cortaron su diálogo. Es que Macri se enteró de que el funcionario porteño dijo a sus espaldas: «En una interna entre Mauricio y yo, le gano 70 a 30. No lo necesito.»
Después de los dos encuentros que mantuvieron en el sur del país el 31 de diciembre y el 1 de enero parecía reinar la paz. El primero de ellos había durado menos de 2 horas. Y fue a solas. En el segundo, acompañados por sus mujeres, sellaron el acuerdo de paz, que a los pocos días quedó en el olvido.
«¿Qué piensa Horacio?», le preguntaba Macri a sus allegados. «¿Que yo no me voy a enterar? Avísenle que los que hablan con él son los mismos que hablan conmigo. Y que ni sueñe con que voy a salir a bancarlo. El espera mi apoyo abierto y, ¡no me tira ni un centro! El pelado no se dio cuenta todavía de que el macrismo soy yo, y no él».
Furioso. Así estaba el hombre que hoy transita sus días entre su figura de «mentor político» y garante de la coalición opositora y un posible candidato a un nuevo período de Gobierno.