«Testado científicamente», «Bueno para la salud de tu ADN», «Mejor para el corazón»… las afirmaciones con carácter científico, sean correctas o no, son muchas y variadas. También pueden condicionarnos.
Así lo muestran los estudios científicos. En especial aquellas que nos dan indicaciones de salud, nos condicionan especialmente a comprar un alimento en vez de otro. ¿Estamos eligiendo nuestra dieta según la publicidad? Sin lugar a dudas.