El Skyvan patente PA-51 que la Prefectura compró en 1971 está en el aeropuerto municipal de Arizona con la matrícula N190WW: lo usa una empresa estadounidense para la práctica de paracaidismo. La tarea del piloto Enrique Piñeyro que comprobó que la aeronave fue la misma que la noche del 14 de diciembre de 1977 transportó a doce víctimas de la dictadura.
Era blanco. Tenía inscripciones en negro en la parte posterior y una gruesa línea celeste que atravesaba el fuselaje a la altura de las ventanillas. En la trompa y en la punta de las alas, lucía franjas de visibilidad naranjas. En la doble deriva, la bandera argentina estaba arriba y la identificación del turbohélice de doble cola, abajo: PA-51. Ahora lo cubre un gris homogéneo, con detalles en rojo. Prescindieron de la línea horizontal celeste y las fajas naranjas. Las inscripciones del segmento posterior respetan el tono oscuro: figura la matrícula N190WW custodiada por la bandera de los Estados Unidos. La antena de un radar meteorológico instalado en su trompa modificó la fisonomía de la nave. La manija de la puerta posterior ya no está: lo desplazó la tecnología remota.
Hay piezas renovadas, rasgos de innovación propias de intervenciones modernas y de su propio derrotero. Por fuera de su rejuvenecimiento estético, la transformación más cabal radica en la puerta de carga, antes asociada a un sistema de levas y ahora accionada de manera eléctrica. La compuerta es vigilada por un placard metálico que despliega instrucciones de protocolo: antes anunciaba, en inglés, que el comandante debía ser informado para autorizar la apertura, ahora lo que apunta, en inglés, son procedimientos específicos de su nueva actividad.