Las Toninas, ciudad bonaerense que suelta anclas a 320 kilómetros de Capital Federal, fue elegida entre mediados de los noventas y el año 2000 por compañías de telecomunicaciones (Telecom, Telefónica, Level 3 y otras) para instalar una de las tecnologías que traen Internet a la Argentina: cables submarinos que dan el acceso al mundo online a través de fibra óptica (aunque no son la única manera en la que el país tiene acceso a la Red).
«Estos cables atraviesan los océanos siguiendo unas trayectorias precisas que sólo son conocidas por los navegantes que se valen de cartas náuticas actualizadas, monitoreadas celosamente por las grandes empresas inversoras por razones específicas de seguridad y que, al llegar a tierra firme, posibilitan la unión del país receptor con otros», explican Eleonora Verón y María del Carmen Villar, investigadoras de la Universidad Nacional de Mar del Plata, que en 2009 publicaron un informe de insoslayable repaso para los interesados en esta materia (se puede leer completo en el PDF que se descarga desde este enlace).