Con la llegada al país de Bookmate (es.bookmate.com), plataforma digital de suscripción de libros con una comunidad global de seis millones de socios, la lectura por streaming intenta afianzarse en la tierra de Jorge Luis Borges. Como Scribd, Amazon o Leamos, previo pago del abono de acceso, los lectores pueden descargar libros en la app y leerlos incluso sin necesidad de una conexión a Internet. Funcionan en smartphones, tablets y también como aplicación web en computadoras de escritorio. El modelo de negocios de los “Netflix (o Spotify) de libros” trata de establecerse en el ámbito de la lectura.
“Hay un contexto mucho más maduro para acceder a contenidos bajo suscripción; los lectores vienen demandando esta modalidad ante el aumento de precios de los libros, porque ganan con la posibilidad de descubrir nuevas lecturas sin correr el riesgo de pagar por cada libro”, dice el consultor editorial Daniel Benchimol. ¿Quién no abandonó un libro en la página 50 porque no era lo que había pensado al comprarlo? Estas plataformas permiten cambiar un libro por otro sin sentir culpa. Sin embargo, no es cualquier lector el que puede consumir estos servicios, advierte Benchimol. “Es conveniente para quien invierte en dos o tres libros por mes”. Desde ya, las plataformas tampoco son recomendables para los que adoran leer libros en papel y atesorarlos en su biblioteca, sino para aquellos que evitan acumular ejemplares y que disfrutan, además, de escuchar audiolibros y pódcasts (incluidos en la oferta de las plataformas). De Juan Rulfo a Samanta Schweblin y de León Tolstoi a Neil Gaiman, hay para elegir y cliquear. La biblioteca de Bookmate está organizada en varias categorías: “ciencia ficción y fantasía”, “narrativa”, “economía y emprendimiento”, “poesía y teatro” y la esperanzada “desarrollo personal”, entre otras.